Expedición 2006 Ecuador al Everest - Parte I
QUINTO DÍA EN EL CB CHINO
14 de abril de 2006
Por: Patricio Crausaz
El Sol brilla nuevamente y el viento ha amainado. Es un buen día para una caminata larga. El Monasterio de Rongphu está a unos 10km del CB Chino. Sería interesante visitarlo, no tuvimos oportunidad cuando llegamos a esta área y ahora tenemos tiempo de sobra en nuestras manos gracias a la escasez de yaks.
Ha sido una caminata cuesta abajo que nos ha tomado 1 hora y 40 minutos. Excelente manera de estirar las piernas y disfrutar del aire de la montaña. A pesar de que el sol brilla con fuerza, el viento y la altura mantienen fresca la temperatura, harán unos 7°C. El caserío que toma el nombre del famoso monasterio, no pasa de la docena de casas. Junto a ellas se levanta el monstruoso Government Hotel, una masiva estructura erigida por el gobierno Chino para tratar de fomentar el turismo a la zona, y que desentona con la sencillez del poblado.
El Monasterio de Rongphu es la más importante institución Budista en el área. Fue establecido en 1903 por Nyingmapa Lama y es el más alto en Tibet. Se nos ha permitido visitarlo y admirar las fabulosas pinturas murales de su interior. Los monjes nos reciben amistosamente. Somos muy afortunados de haber llegado a esta hora, las plegarias del día se realizarán dentro de poco y somos invitados a participar. Pedimos permiso para fotografiar y filmar el ritual. No podemos entender lo que dicen o hacen pero no por eso dejamos de pensar en el privilegio que se nos ha otorgado. ¡Si nuestro amigo Mathias nos viera ahora!
Son casi las 4pm y es hora de reponer energías. Entramos a un establecimiento tibetano que parece ser un restaurante típico. En efecto lo es, pero luego de constatar las condiciones higiénicas, preferimos no arriesgarnos y tan solo nos tomamos una Coca Cola. No nos queda más remedio que dirigirnos al monstruoso Government Hotel en busca de alimento. Somos los únicos turistas en el lugar, y los empleados del lugar nos atienden rápidamente. Comemos un arroz que debe ser el auténtico chaulafán, frito en aceite con trozos de huevo frito y algunos vegetales, y luego una sopa de fideos; Necesitamos una dosis masiva de carbohidratos para emprender el camino de retorno, serán 10km, pero esta vez, cuesta arriba.
En las afueras del poblado vemos unos carromatos que parecen haber sido extraídos de la Edad Media y que son halados por unos pequeños y flacos caballos; Estos deben ser los taxis locales, pensamos. Edi menciona una molestia en uno de sus talones y sugiere iniciar la negociación con los tibetanos que conducen estos carromatos para que nos transporten hasta las proximidades del CB. La negociación es larga y tenaz; Al cabo de 30 o 40 minutos han acordado un precio de 180 yuanes (aprox. USD30) por tres carromatos, se necesita ese numero para transportarnos a todos.
Es definitivamente una experiencia excepcional poder viajar en estos carromatos en dirección hacia la Cara Norte del Monte Everest. Le da un sabor muy autentico a la travesía. Pero estos armatostes se sacuden tanto y son tan lentos que pienso que sería más placentero hacer la ruta de retorno a pie. Al iniciar la pendiente más pronunciada, los conductores de los carromatos se bajan y empiezan a caminar. Que raro, pienso. Me doy cuenta al poco rato que el esfuerzo que hacen los pequeños y desnutridos caballos es muy grande y es por eso que sus amos tibetanos caminan y así reducirles el peso que deben arrastrar. Decido hacer lo mismo, y me pongo a caminar junto a los tibetanos. Ellos celebran mi decisión con sonrisas y un “yes sir, good, good”.
Camino unos ocho kilómetros tratando de mantener una conversación con uno de los tibetanos, Tempa, un hombre de unos 32 años. Tempa está casado, tienen un hijo pequeño y vive en las inmediaciones del CB con su familia. Llegamos a su tienda, y al parecer, mis compañeros de aventuran se han quedado muy atrás. Tempa me invita a pasar a su tienda y me presenta a su esposa, su pequeño hijo duerme en uno de los catres. Me sirve una taza de té tibetano, como poder rechazar su cálida cortesía. Al poco rato veo pasar a Julio frente a la tienda, Tempa lo llama y también le invita una taza de té.
Julio me cuenta que el carromato en el que venía había perdido un rueda en el camino, así que también había caminando buena parte de la ruta de retorno; Paulina y Edi venían un poco más atrás. Terminamos nuestras tazas de té y nos despedimos de Tempa y su familia. Seguimos la marcha hasta el CB, donde más tarde se reúnen con nosotros Paulina y Edi. Es el final de la tarde y el sol empieza a ocultarse, es una buena oportunidad de capturar la belleza del ocaso sobre la Cara Norte del Everest, instalo mi cámara frente al gigante. Finalizamos el día, como de costumbre, disfrutando de la cocina de Devendra y compartiendo nuestras impresiones sobre lo que habíamos visto y vivido a lo largo del día. Hoy hemos sido turistas y lo hemos disfrutado enormemente. Hemos recargado baterías para lo que vendrá, una vez hayamos llegado al CBA, cuando el verdadero trabajo de expedicionarios con la ambición de llegar al Techo del Mundo empieza.
Glosario
Carromato: Carro grande de dos ruedas cubierto con un toldo y tirado por uno o más animales.
Catre: Cama estrecha y ligera para una sola persona.
14 de abril de 2006
Por: Patricio Crausaz
El Sol brilla nuevamente y el viento ha amainado. Es un buen día para una caminata larga. El Monasterio de Rongphu está a unos 10km del CB Chino. Sería interesante visitarlo, no tuvimos oportunidad cuando llegamos a esta área y ahora tenemos tiempo de sobra en nuestras manos gracias a la escasez de yaks.
Ha sido una caminata cuesta abajo que nos ha tomado 1 hora y 40 minutos. Excelente manera de estirar las piernas y disfrutar del aire de la montaña. A pesar de que el sol brilla con fuerza, el viento y la altura mantienen fresca la temperatura, harán unos 7°C. El caserío que toma el nombre del famoso monasterio, no pasa de la docena de casas. Junto a ellas se levanta el monstruoso Government Hotel, una masiva estructura erigida por el gobierno Chino para tratar de fomentar el turismo a la zona, y que desentona con la sencillez del poblado.
El Monasterio de Rongphu es la más importante institución Budista en el área. Fue establecido en 1903 por Nyingmapa Lama y es el más alto en Tibet. Se nos ha permitido visitarlo y admirar las fabulosas pinturas murales de su interior. Los monjes nos reciben amistosamente. Somos muy afortunados de haber llegado a esta hora, las plegarias del día se realizarán dentro de poco y somos invitados a participar. Pedimos permiso para fotografiar y filmar el ritual. No podemos entender lo que dicen o hacen pero no por eso dejamos de pensar en el privilegio que se nos ha otorgado. ¡Si nuestro amigo Mathias nos viera ahora!
Son casi las 4pm y es hora de reponer energías. Entramos a un establecimiento tibetano que parece ser un restaurante típico. En efecto lo es, pero luego de constatar las condiciones higiénicas, preferimos no arriesgarnos y tan solo nos tomamos una Coca Cola. No nos queda más remedio que dirigirnos al monstruoso Government Hotel en busca de alimento. Somos los únicos turistas en el lugar, y los empleados del lugar nos atienden rápidamente. Comemos un arroz que debe ser el auténtico chaulafán, frito en aceite con trozos de huevo frito y algunos vegetales, y luego una sopa de fideos; Necesitamos una dosis masiva de carbohidratos para emprender el camino de retorno, serán 10km, pero esta vez, cuesta arriba.
En las afueras del poblado vemos unos carromatos que parecen haber sido extraídos de la Edad Media y que son halados por unos pequeños y flacos caballos; Estos deben ser los taxis locales, pensamos. Edi menciona una molestia en uno de sus talones y sugiere iniciar la negociación con los tibetanos que conducen estos carromatos para que nos transporten hasta las proximidades del CB. La negociación es larga y tenaz; Al cabo de 30 o 40 minutos han acordado un precio de 180 yuanes (aprox. USD30) por tres carromatos, se necesita ese numero para transportarnos a todos.
Es definitivamente una experiencia excepcional poder viajar en estos carromatos en dirección hacia la Cara Norte del Monte Everest. Le da un sabor muy autentico a la travesía. Pero estos armatostes se sacuden tanto y son tan lentos que pienso que sería más placentero hacer la ruta de retorno a pie. Al iniciar la pendiente más pronunciada, los conductores de los carromatos se bajan y empiezan a caminar. Que raro, pienso. Me doy cuenta al poco rato que el esfuerzo que hacen los pequeños y desnutridos caballos es muy grande y es por eso que sus amos tibetanos caminan y así reducirles el peso que deben arrastrar. Decido hacer lo mismo, y me pongo a caminar junto a los tibetanos. Ellos celebran mi decisión con sonrisas y un “yes sir, good, good”.
Camino unos ocho kilómetros tratando de mantener una conversación con uno de los tibetanos, Tempa, un hombre de unos 32 años. Tempa está casado, tienen un hijo pequeño y vive en las inmediaciones del CB con su familia. Llegamos a su tienda, y al parecer, mis compañeros de aventuran se han quedado muy atrás. Tempa me invita a pasar a su tienda y me presenta a su esposa, su pequeño hijo duerme en uno de los catres. Me sirve una taza de té tibetano, como poder rechazar su cálida cortesía. Al poco rato veo pasar a Julio frente a la tienda, Tempa lo llama y también le invita una taza de té.
Julio me cuenta que el carromato en el que venía había perdido un rueda en el camino, así que también había caminando buena parte de la ruta de retorno; Paulina y Edi venían un poco más atrás. Terminamos nuestras tazas de té y nos despedimos de Tempa y su familia. Seguimos la marcha hasta el CB, donde más tarde se reúnen con nosotros Paulina y Edi. Es el final de la tarde y el sol empieza a ocultarse, es una buena oportunidad de capturar la belleza del ocaso sobre la Cara Norte del Everest, instalo mi cámara frente al gigante. Finalizamos el día, como de costumbre, disfrutando de la cocina de Devendra y compartiendo nuestras impresiones sobre lo que habíamos visto y vivido a lo largo del día. Hoy hemos sido turistas y lo hemos disfrutado enormemente. Hemos recargado baterías para lo que vendrá, una vez hayamos llegado al CBA, cuando el verdadero trabajo de expedicionarios con la ambición de llegar al Techo del Mundo empieza.
Glosario
Carromato: Carro grande de dos ruedas cubierto con un toldo y tirado por uno o más animales.
Catre: Cama estrecha y ligera para una sola persona.